Tenemos una mandataria y me enorgullezco de decirlo, uno por que es una mujer extraordinaria, tan igual a muchas de nosotras que hemos andado por la travesia de la vida, levantandonos mas firmes, mas sólidas después de cada experiencia dolorosa, de cada fracaso, de cada injusticia. Yo miré tu discurso por televisión, a pesar de tener el alma rebozando de júbilo, preferí, estar acá en mi casa. Recordé emocionada cuando volvió la democracia.Cuando vi pasar por mi calle de la Gran Avenida, las micros con la gente hasta en los techos, celebrando nuestra liberación. Siento que nuestro país es mejor, que nuestro Chile, tanto hombres como mujeres, hemos aprendido la lección.Somos capaces, tenemos un maravilloso territorio, una agricultura que produce frutos privilegiados y somos buenas personas.Nos falta trabajar ese espíritu envidioso y que nos hace chaquetear al que le va bien.Y hablamos con razón, porque es frustrante sentirse marginado, que no existe el lugar para conseguir las propias aspiraciones. Creo que si algo me gusta de nuestra presidente, es que ella proyecta sinceramente un pais mas justo.Que las leyes existan para hacerlas cumplir y no para burlarlas.Que no haya excusa para la mala gestion ni para actitudes corruptas de los funcionarios de gobierno. En lenguaje directo y buscando la verdad colectiva, aspira que tengamos una mejor vida.Vamos despertando chilenos oportunistas, avivados, los compadrazgos, el sacar la vuelta, el resentido, la cleptomania y las movidas. En lugar de preocuparnos de lo mal que hacen los otros las cosas, veamos que no estamos cumpliendo nosotros. Cada uno a llevar su propia mochila, y a dejar la famosa frase "que las autoridades tomen cartas en el asunto". La responsabilidad ciudadana nos llama a ser protagonistas y responsables de nuestras vidas y a cuidar cada uno en su barrio, su trabajo, su vida personal que las cosas que nos corresponda hacer se hagan con compromiso y consideración al otro, solo asi vamos a ayudar a cumplir el sueño de Michelle.