jueves, 12 de enero de 2006

A propósito de comedia y el denominado teatro comercial... Las compañías independientes sobre todo aquellas compuestas por actores que sostienen familias y que necesitan trabajo permanente acudimos al recurso de montar comedias con el criterio de que al público le gusta reírse, le gusta la diversión.Efectivamente el espectador masivo se ha acostumbrado a creer que el teatro es una diversión light.Hay una frase muy típica del espectador que dice "para ir a ver problemas tengo los míos", desgraciadamente cuando se hace comedia comercial se utilizan textos y recursos bastante explotados y revistos.La típica comedia de equívocos en los que se ponen niñas curvilíneas y hombres frescos y bastante torpes (sin intención de ofender) Ejemplo: Teatro en un canal de televisión. Hacer comedia no es fácil para ningún actor, puede que haya un comediante con mucha experiencia que crea que ya tiene la maqueta lista y rápida y que basta con aprenderse el texto, pero todos sabemos que el viejo dicho "A texto sabido no hay cómico malo" tiene una cierta verdad pero no es suficiente, la verdadera comedia que representa el espejo caricaturizado de la sociedad necesita que el actor busque todas las características extremas del personaje que representa, toda su verdad escénica y un tiempo simultáneo al ensayo, y luego a las representaciones, en donde esta búsqueda se combina, se internaliza en el actor y es el momento mágico en que esta preparado para reflejar verdaderamente su caracterización produciendo alegría, emoción y carcajadas en el espectador. Fui a un reestreno de una comedia de un conocido autor teatral peruano pero reconocido artísticamente en Chile como un gran comediante.Su texto es vigente y puede reflejar tipos de nuestra sociedad actual.El personaje principal, actor, director y dueño de compañía, parte de nuestra historia contemporánea teatral se desangra en el escenario, entregándose casi hasta la exageración.Un espectador con experiencia en el teatro se encanta con él pero no deja de darse cuenta del esfuerzo personal en darle vida y emoción a la comedia.Este esfuerzo reconocido pero, desnivelado en relación al trabajo de los otros actores me demuestra una vez más lo indispensable, de pasar una y otra vez una obra para que los instrumentos se afinen, que el diálogo entre los personajes tenga ritmo, musicalidad, energía y el espectador se enganche y se seduzca, siga la historia sin cuestionarla, haciéndose cómplice de iniquidades y líos, sin cuestionarlos. Como no es bueno mirar la paja en el ojo ajeno y el tronco en el propio.En mi agrupación también hubo un estreno y tuvimos un resultado parecido, faltaba ensayo, fiato, seguridad. Sigamos haciendo comedia comercial, pero buen teatro, sigamos encontrando temas interesantes y que nos reflejen, pero démosle al espectador muchas más horas de ensayo, mucho más afiate entre nuestros colegas, seamos verdaderamente actores en búsqueda de perfección de nuestro arte teatral y aliviémosle el trabajo al director y al productor, que mientras más masivo es el elenco más dificil para ellos coordinar ensayos, y más todavía cuando hay actores que llegan a su ensayo sin estudiar los textos o que se retiran de un montaje dos días antes de su estreno.Ah! y por favor en los ensayos aceptemos e incorporemos aunque nos cueste las indicaciones del director.

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