CANCION OBERTURA
Escúchalas trabajar (regeatton macabro Track1)
La muerte y la vida nos acompañan por donde sea.
Ambas: incondicionales.
Tienen paciencia de piedra, de estatua. Nos dan tiempo.
Ríen, se emocionan, se enfurecen, se confunden, se confían.
Duermen en nuestra cama.
Nos acompañan a la tarea, al baño, al comedor.
A la fiesta.
Se nos ponen cara a cara. De tanto verlas las ignoramos.
Las eludimos.
Ambas son herméticas, inseparables, inexplicables.
Tan conocidas y desconocidas
se comparten en un juego permanente,
mi biología.
Coquetean con el tiempo, imponderables.
A veces una se apresura y le gana a la otra.
Es un juego implacable, participamos sin pedirlo.
Escúchalas trabajar... trabajan…trabajan…trabajan.
Son incansables:
constructoras, mecánicas, ingenieras de mantenimiento.
Bordan, tejen, tejido perfecto y también imperfecto
ganando o perdiendo terreno.
Reparan o destruyen células
que nacen, crecen, se pudren, se desintegran.
Cuando gana la muerte, la vida llora.
Cuando llega la vida, todos celebran.
Con sonrisa irónica: la muerte espera.
Ya no se embalsama, ni se momifica,
ni se acompaña con trastos domésticos.
¿Se sabe ya, que en ese viaje final todo sobra?
Vida y muerte confirman su vana ilusión.
Lo pensado, lo escrito, lo dicho, lo oído, lo vivido,
quedará en el aire y se esfumará, en el eterno circular del mundo
que nunca se detiene.
PRESENTADOR
¡El eterno circular del mundo que nunca se detiene!.
Uso esta afirmación… para conseguir un lugar en el estacionamiento atestado.
Y me resulta
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