viernes, 16 de febrero de 2007


El transantiago me tiene ahogada..
Quisiera escribir de otros temas relacionados con mi quehacer artístico ,pero
es imposible si no trato de aliviar los pensamientos que se agolpan.
No es solo una inquietud personal porque este cambio "radical "ha resultado
catastrófico en lo económico al padre y tía, de mis hijas mayores,y de paso me ha dejado a mi, sin mi departamento.
Es una inquietud ciudadana . He sido peatona desde niña ,citadina que vivía en la Gran Avenida y me trasladaba en el bus 36,de la Empresa de transporte del Estado ,es decir en un medio de propiedad de todos los contribuyentes .
Los choferes ,mecánicos y administrativos eran empleados fiscales.
¿Era mejor el "servicio" de transporte en ese tiempo ?
Los buses siempre andaban repletos, los choferes corrían a la mayor velocidad que podían,acomodando a los pasajeros frenando bruscamente
El ganado ,es decir los ocupantes nos afirmabamos como podíamos,
corriendonos rápidamente para el pasillo, tratando de protegernos de esginces y machucones,antes que el energúmeno repitiera la maniobra
"Atrasito hay asiento "
No tengo la certeza de que estos choferes hayan hecho la "minifalda"(chasquear el boleto y dar un pedacito pequeño para despues venderlo otra vez )
O hayan llevado pasajeros por un mickey (dos monedas de cincuenta y una de cien puestas como la cabeza de este ratón de disney)
Con choques ,falta de mantención y maltrato de los usuarios
los buses se convertían rapidamente en chatarra y se amontonaban
en depósitos de los cuales eran desmantelados por amigos de lo ajeno .
La empresa del Estado ,se acabó y se estimuló al empresario privado para
que en pequeños grupos formaran recorridos y sirvieran a esta necesidad de
movilizar la ciudad .
Al comienzo el pequeño empresario manejaba su vehículo ,controlaba él su negocio,las horas de mayor flujo y le iba bien . El Banco del Estado lo tentaba con créditos para que comprara mas buses
( los buses que habían importado las empresas relacionadas con el tema,y que también eran clientes del Banco del Estado ).
Todos amaban a la Mercedes Benz,los buses venían sin carrocerías asi es que vamos carrozando en Chile ,mi alma .
Al prosperar mediante el endeudamiento el empresario , y aumentar su
parque ,tomaba choferes ,el negocio parecía bueno ,pues el dinero fresco del corte de boletos ,daba para todo,para las letras del banco,para bencina o petroleo despues,para neumáticos ,respuestos ,pinturas ,reparación de asientos ,fierros ,timbres,partes y "sueldo extra" de los choferes ,que con mucho espiritu emprendedor ,vendía su propio rollo de boletos.
Los empresarios para evitar tanta sinverguenzura formaron sus asociaciones para poder controlar los recorridos ,sacaron inspectores para que los choferes no robararan,pero ya el descaro se había apoderado de las calles y los choferes empezaron a ser asaltados en las poblaciones por el lumpen de drogadictos
cada vez mas adolescentes que no resistían el sonido de las monedas.
Con la vuelta a la democracía ,los retornados de la concertación trajeron su "experiencia "en locomoción pública de los países desarrollados .

Y cuando les tocó ser ministros de Obras Públicas y de Transportes ,trajeron sus contactos de España ,Colombia y junto con el retorno inventaron sus propios negocios relacionados ,con el transporte público ,vías concesionadas ,comunicaciones etc. Y por supuesto todos los servicios relacionados .
(Este debe ser un tema que da para una gran investigación periodistica . Quienes
estan detras de estos grandes negocios .)

Volviendo a los pequeños empresarios ,antes de ser dejados en el camino,el ministerio de transporte y telecomunicaciones ,y sus representantes de turno , les obligó a hacer reformas inútiles ,cada nuevo secretario ,traía nuevas ideas y seguro nuevos negociados ,y los empresarios
que tienen como característica general ,no ser muy informados ,mas bien brutos, coimeaban del suche al jefe del ministerio, para conseguir recorridos y prebendas .
No sacaron gran cosa . Solo algunos dirigentes cara dura y tal vez sirviendo de palo blanco a las grandes empresas colombianas ,quedaron bien colocados .

Y ahi tenemos a un Transantiago,que a una semana no puede ni siquiera normalizar su cobro ,los santiaguinos han viajado gratis todos estos días porque aún no se pueden habilitar las maquinas bip((de quien será este negocio?)
los choferes hacen huelga por que reclaman por el sueldo prometido y que no tiene visos de cumplirse.
En las poblaciones la gente camina kilometros para poder tomar una troncal que la lleve a su trabajo. Por ahora reclaman poquito ,porque no les toca pagar ,pero he visto una mujer zarandenado con furia una puerta, porque el chofer no le paró en la esquina que ella le convenía.

Tratar de ser desarrollados en el transporte cuando aún no evolucionamos como
humanos,cuando la honradez solo se aplica si te estan mirando ,cuando el que trabaja como conductor es incapaz de entender que ese usuario, es el que paga para que el tenga su sueldo . Cuando uno como peatón corre aterrado interiormente en un paso de cebra,porque el que conduce lo mira como un obstáculo molesto .
¿Cúal será nuestro problema de país ? ¿educación ,economía ,producción ?
Todas las anteriores y lo esencial ,las personas .
¿Podremos algun día los chilenos confiar los unos en los otros ?
¿Podremos entender que en sociedad se hacen las leyes para cumplirlas y para que vivamos en el respeto mutuo ?
¿Podremos comprender cuanto nos necesitamos todos y como debemos ayudarnos?

miércoles, 14 de febrero de 2007




O quizas simplemente te regale una rosa....
Era una jovencita ,de adolescente metida a grande . ya estaba casada y vivia en Rancagua,en la villa Triana ,tenía una casa que arrendábamos a un conocido árbitro de esos tiempos ,año 1969.
Como era inquieta ,y quería seguir estudiando, tres veces a la semana viajaba
a Santiago al Instituto Norteamericano ,estudiaba inglés.
Esos días temprano en la mañana ,tomaba una liebre, (minibus) para llegar al terminal.
De la misma villa se subía un joven delgado de rasgos huesudos ,ojos dulces ,pelo lacio pero desordenado ,ahora su aspecto físico lo relaciono con los animés japoneses .

Me miraba con sus ojos avellana y yo respondía a su mirada con pudor ,pero
con una inquietud interna . Parecíamos conversar con telepatía .
Yo sentía su admiración silenciosa, dulce ,acariciante y me la llevaba en el viaje.
No recuerdo si nos hablamos alguna vez .
Un día de lluvia copiosa lo encontré en Santiago ,a la salida del Instituto ,en la calle Moneda empapado hasta los huesos ,su mirada me recordaba a la dulzura amorosa y leal incondicionalidad de mi perro. Las goterones de lluvia se desprendian de su pelo y de su cuerpo cubierto con una mantita de alpaca liviana color café claro.
Me entrego una rosa roja ,cambiamos algunas palabras, y yo con el signo del cartuchismo maximo improntado por mi crianza, tuve miedo de aceptar esa
expresión de amor y lo dejé pasar.Ni siquiera le di tiempo para un café.
Yo era una señora casada...
A los pocos meses esa lealtad fue traicionada
y aterricé violentamente del cuento de hadas que creía tener ,al enterarme que
mi bello marido llevaba siete meses de novio con una muchachita que se llamaba
igual que yo.

Treinta y dos años después relato en el día de San Valentín un amor que no concreté pero que me dejó este dulce recuerdo.