Había logrado ingresar a la promoción de 1974.
Es curioso e inquietante que el Golpe Militar ocurrido en Septiembre de 1973 ,sea uno de los factores que determinó tal ingreso . En mi relato anterior,1973 había quedado estudiando Tecnología en Alimentos en Valparaíso .
Logré terminar el primer semestre con buenas notas. Estaba instalada en una pensión de estudiantes en el Cerro Alegre y mi vida trancurría como una estudiante universitaria en permanente transito entre Santiago y Valparaíso. Compartía una habitación con tres compañeras,fué con ellas con las que pasamos la experiencia del golpe . Fue una situación que aún a la distancia la considero imborrable y atemorizante. De ser jóvenes ciudadanas que nos movíamos con cierta libertad y poco temor, pasamos a conocer violentamente lo que era convivir con el toque de queda y no poder circular dónde, y cuando quisiéramos .
Recuerdo la mañana del 11 ,día que pensábamos regresar a nuestras casas para pasar las Fiestas Patrias,nos despertaron los disparos de metralletas y cañones . Ante nuestra incredulidad ,la dueña de la pensión nos informaba que había Golpe ,que la Marina y la Fuerza Aerea estaban comprometidas , que la Moneda estaba sitiada con el Presidente Allende resistiendose en ella. Que amenazaban bombardearla si no se rendía.
Nos levantamos, aceleradas e imprudentes bajamos con nuestros bolsos a la Aduana con la ilusa esperanza de tomar un bus a Santiago. En la Plaza no había ni información ,ni posibilidad de salir . Fuimos frente al Mercurio a tratar de saber noticias,y al querer cruzar se interpusieron carabineros que metralleta en mano nos impidieron el paso . Yo, que era joven y muy imprudente, y que aún no entendía la gravedad de los hechos me puse frente a uno y le grité que me dejara pasar hacia el diario.
Soy alta ,es la única vez que me he sentido elevada por el pecho sin poder apoyar mis pies en el suelo. Su cara era amenazante ,pero casi comprensiva .Mis compañeras le rogaron que me dejara ir ,que nos volveríamos a la pensión . En esos momentos con altavoces se le decía a la población que se había decretado toque de queda y ley marcial. Que todos debíamos encerrarnos en nuestros lugares a pernoctar hasta nueva orden.
Difusamente recuerdo la subida de regreso hacia el Cerro Alegre ,con los ojos nublados por las lagrimas , acompañadas por el sonido de nuestros pasos apresurados y nuestros sollozos .
Nos encerramos en la pieza que compartíamos , entre sopas de sobre y una botella de pisco que teníamos de reserva compartimos nuestros miedos y confidencias . Tres mañanas segidas, apenas se levantaba el toque unas horas ,para que la población comprara sus necesidades mínimas, corríamos cerro abajo para encontrar un bus que nos devolviera al nido familiar en Santiago . Era angustioso ,iban colocando en la Aduana ,algunos buses que tenían permiso para viajar ,que se empezaban a llenar con la fila de los que queríamos subir .
Cuando se acababan los cupos debíamos regresar al encierro . El último día ,logramos con llantos y súplicas que nos subieran a las tres en una máquina atestada que solo tenía espacio de pie. El viaje fue largo y penoso .Las patrullas militares paraban el bus ,revisaban documentos ,y hacían bajar pasajeros ,sobre todo a hombres . Viajábamos en un silencio aterrado.
Cuando llegamos a Santiago nos separamos dolorosamente ,temiendo por el futuro de nuestras vidas y las de nuestros seres queridos.
Yo vivía en la Gran Avenida ,en el Llano Subercaseaux ,y debía tomar en Teatinos alguna locomoción.
Ví ,no me lo contaron , la Moneda bombardeada. Después esa imágen se repitió desde distintos puntos con los registros audiovisuales . El sentimiento de destrucción ,de estado de guerra quedó en mi cuerpo y se acentuó cuando en mi hogar encontré los colchones puestos en las ventanas para desviar las balas . Cuando vi uno de mis ventanales atravesado por una bala de gran calibre que se enterró en la ducha del baño del segundo piso ,a la altura del cuello de ninguno que afortunadamente se bañaba en ese momento.
Los meses que siguieron fueron muy parecidos ,noches en que se escuchaban allanamientos y gritos ,ruidos de camiones y las siluetas de los militares que cumplian con la razia de llevarse a" los que amenazaban la seguridad de la Patria ". En el día la población trataba de seguir su vida "nomal "